Notas y Noticias

Lunes, 29 de marzo de 2010 -

CFK ofreció eliminar el impuesto al cheque

el almuerzo participaron el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, los ministros de Economía, Amado Boudou; del Interior, Florencio Randazzo y de Industria y Turismo, Débora Giorgi, como también los secretarios General de la Presidencia, Oscar Parrilli y Legal y Técnico, Carlos Zanini.

Los gobernadores que participaron del almuerzo fueron, Daniel Scioli, de la provincia de Buenos Aires; Chaco, Jorge Capitanich; Mendoza, Celso Jaque; San Juan, José Luis Gioja, Jujuy, Walter Barrionuevo; Misiones, Mauricio Closs; de Santa Cruz, Daniel Peralta; Neuquén, Jorge Sapag; de Formosa, Gildo Infrán; de Salta, Juan Manuel Urtubey, Entre Ríos, Sergio Daniel Urribarri, de Tucumán, José Alperovich, de La Pampa, Oscar Jorge; de Córdoba, Juan Schiaretti, de Catamarca, Eduardo Brizuela de Moral; de La Rioja, Beder Herrera y de Santiago del Estero, Gerardo Zamora.

Los man da ta rios que no fue ron in clui dos en es ta pri me ra reu nión serán recibidos el martes 6 de abril por Cristina. Se trata de Mau ri cio Ma cri (Ciu dad Au tó no ma de Bue nos Ai res), Her mes Bin ner (San ta Fe), Al ber to Ro drí guez Saá (San Luis), Eduar do Bri zue la de Mo ral (Ca ta mar ca), Ri car do Co lom bi (Co rrien tes), Ma rio Das Ne ves (Chu but) y Fa bia na Ríos (Tie rra del Fue go).

algunas de esas


Tomo esos lugares porque son de referencia y en ellos nos igualamos todos

Las palabras se parecen a lo que uno piensa cuando les das tiempo. Las palabras tienen su propia iniciativa.

Tu eras todas las cosas que creía conocer

.. y que pensaba podíamos ser

es mas importante el comprender que el saber

Lo que es importante es el optimismo y no sobrevaluar las dificultades. 100 años

algunos malos habitos

Comer de más o por Stress
Descuidar de ti
Estar estresado
Posponer responsabilidades
No poder decir que no
Perder las casillas
Descuidar a tu familia
Fumar
Ver demasiada TV
Comprar compulsivamente
Abusar de los demás
Gastar demasiado dinero
Ser adicto al trabajo
Llegar siempre tarde
Pensar negativamente
Descuidar tu salud
Culpar a otros de tus problemas

Ser adicto al ordenador
Mentir

Aquí pues yo

Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatemoc, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.
Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace sólo quinientos años.
Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.
El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron.
El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.
El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.
Yo los voy descubriendo.
También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América.
¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.
¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!
¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como
Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos!
¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.
Yo, Guaicaiputo Cuatemoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis. Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan "MarshallTesuma" para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.
Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos:
¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?
Deploramos decir que no.
En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.
En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.
Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente, hemos demorado todos estos siglos en cobrar. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarle a nuestro hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia. Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300.
Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra. Muy pesadas son esas moles de oro y plata.
¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?
Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.
Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica...